Una de cada cuatro personas apoyadas por Cruz Roja en la provincia en el marco de su proyecto de atención sociosanitaria a personas que ejercen la prostitución es española, cifra que consolida el repunte de prostitución nacional detectado por la institución humanitaria desde el comienzo de la crisis.
Y es que si bien antes de la misma el perfil más frecuente de beneficiaria de este programa era el de una mujer de origen latinoamericano o de Europa del Este, desde hace un lustro la nacionalidad predominante es la española, que representa ya alrededor del 25 por ciento de las intervenciones.
Así, durante el pasado año la entidad prestó apoyo a un total de 144 personas (137 mujeres y 7 hombres) dentro de este proyecto, y 37 de ellas eran nacionales, de tal forma que uno de cada cuatro casos correspondió a alguien nacido en España, porcentaje superior al de atenciones de rumanas, colombianas, rusas, ecuatorianas, brasileñas, paraguayas o nigerianas, nacionalidades que en los años anteriores a la crisis estaban por encima en este balance.
Entre las mujeres nacionales atendidas por Cruz Roja, la franja de edad mayoritaria es la comprendida entre los 18 y los 34 años, mientras que entre las foráneas la media de edad es algo superior, entre 35 y 49 años.
Por localidades, en 2015 dicha iniciativa permitió que 118 meretrices en la capital, 21 en Puente Genil y 5 en Baena recibieran del personal de la organización tanto material preventivo e higiénico de diversa índole –preservativos, toallitas, gel lubricante…- como asesoramiento sobre los recursos sociales del entorno e información para la prevención de infecciones de transmisión sexual.
A través de este proyecto, que cuenta con el respaldo de las Consejería de Salud y de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, la institución humanitaria pretende paliar la exclusión y marginación social que sufren las mujeres (son mayoría, aunque también se da respuesta a las demandas de hombres y de transexuales) que ejercen la prostitución, así como convertirse en un punto de referencia y respaldo emocional para ellas.
Asimismo, dada la falta de información que este colectivo tiene acerca de los recursos sociosanitarios a su alcance, Cruz Roja trata de servir de enlace entre lo que necesitan y lo que tanto esta entidad como otras organizaciones e instituciones públicas pueden ofrecerle.
En este sentido, hay que destacar que a lo largo del pasado año se realizó un importante número de derivaciones a distintos servicios de carácter social, sanitario, laboral o jurídico de la ciudad.
Debido al elevado número de personas que ejercen en pisos encubiertos, y al alto grado de aislamiento y de desconocimiento sobre sus derechos que estas suelen presentar, es en esos entornos donde la entidad concentra su labor.
No obstante, la institución humanitaria ofrece igualmente este servicio en sus dependencias en Córdoba y Puente Genil, y en el caso de la capital también en los principales focos de prostitución callejera de la ciudad, a los que una noche a la semana se acercan voluntarios y voluntarias de la organización con algo de comida y bebida reparadora, material profiláctico y de higiene e información para la prevención de enfermedades de transmisión sexual, al tiempo que se les facilita el acceso al sistema sanitario.