PALABRAS DE VIDA: Llamados a vivir con alegría el Proyecto de Dios compartiendo nuestra existencia

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12/12/2021: Tercer Domingo de Adviento. “Gaudete” (de la alegría)
Llamados a vivir con alegría el Proyecto de Dios compartiendo nuestra existencia.
Citas:
1ª lectura: Sofonías 3,14-18a.
Salmo: Isaías 12 Gritad jubilosos, “Que grande es en medio de ti el Santo de Israel”.
2ª lectura: Filipenses 4,4-7.
Evangelio: Lucas 3,10-18.
Comentario: Gracias a los medios de comunicación, que algunos censuran cuando no les son favorables, conocemos, cada vez más rápido, los acontecimientos del mundo, y los abusos e injusticias que se cometen, despertando en nosotros sentimientos de solidaridad y una pregunta: ¿Qué podemos hacer? Es importante bajarse de los pedestales para reconocer el verdadero valor de nuestra existencia y nuestros límites con el fin de alcanzar la verdadera alegría de vivir nuestros pequeños momentos.
Querer vivir por encima de nuestras posibilidades sólo es causa de desasosiego, frustración, y tristeza. La justicia y la paz sólo se pueden conseguir compartiendo la vida, los dones y los bienes de que disponemos con los demás. Las ideologías y religiones que no proponen esta forma de vida desde la libertad, la dignidad y el respeto a las personas, no sirven para la paz ni para esa felicidad que todos anhelamos.
No se puede experimentar la paz desde la confrontación y el odio, sino desde el reconocimiento de los errores propios, el perdón, el amor y la esperanza en un futuro mejor para todos. Tampoco podemos vivir alegres desde la perspectiva de la muerte como elemento final apocalíptico de nuestra existencia; de ahí que necesitemos vivir desde la plena confianza del misterioso encuentro con Dios, desde aquí ahora y para siempre, en ese proyecto liberador que nos ha traído Jesucristo. El ser humano, sin fe, sin esperanza, sin caridad y sin alegría, deja de ser persona.
El Evangelio nos centra en lo que debemos de hacer para un cambio social efectivo: el que tiene algo que lo comparta con quien no lo tiene; el que se dedica a los negocios que no mienta ni robe ofreciendo la posibilidad de que los trabajadores tengan lo necesario para vivir dignamente; que nadie use la represión ni la violencia contra los demás…
El Bautista pide un cambio de rumbo en nuestra existencia, una posibilidad de contribuir a hacerla mejor para los que peor viven y por lo tanto a su felicidad y a la alegría que traen la justicia y la paz que vienen de un Dios capaz de transformar al hombre y que camina en medio del pueblo, respetando su dignidad, su libertad, su responsabilidad, su imprescindible colaboración.
Nos invita al encuentro con Jesucristo para afianzarnos en ese caminar con Él, como testigos vivos de su proyecto. Dios sigue en su empeño de que seamos felices, una alegría fruto de la esperanza, la fe y la caridad cristianas que Jesucristo ha traído a nuestras vidas a pesar de nuestras miserias y egoísmos.
Como dice San Pablo, necesitamos cordura y mesura, saber estar, y esa prudencia ante los acontecimientos históricos… viviendo atentos, en un mundo hostil, para el mayor provecho posible en favor de los más necesitados, desde la sobriedad, sin angustias, dándole sentido a la vida desde el amor verdadero viviendo nuestra condición humana con alegría. Juan nos dice qué hay que hacer, pero que es al Espíritu de Dios que trae Jesucristo al que hay que acoger para obtener los dones y la fuerza necesarios para esa misión promotora de justicia, paz, verdad, amor… en este mundo.
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