Favorecer la promoción y el conocimiento de los vinos de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles. Ese es el objetivo prioritario de las ayudas que la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía ha ofrecido a bodegas, lagares y cooperativas del marco vitivinícola cordobés y que, desde el año 2008, rozan los 1,5 millones de euros.
“La Consejería de Agricultura mantiene su compromiso y su apoyo integral al sector del vino en la zona Montilla-Moriles, con acciones que abarcan tanto a los viticultores como a las propias redes de comercialización, sin olvidar las bodegas, los lagares o las cooperativas”, recalcó Zurera, quien hizo hincapié en el “impulso de nuevos mecanismos” como los grupos operativos.
En ese sentido, el responsable territorial de Agricultura explicó que las ayudas dirigidas a la creación y funcionamiento de Grupos Operativos de la Asociación Europea de Innovación (AEI) pretenden impulsar la innovación en el sector agroalimentario en materia de productividad y sostenibilidad agrícola.
“Se persigue fomentar la colaboración, poniendo en contacto a agricultores, ganaderos o industrias que tengan un problema concreto con investigadores y empresas que puedan aportarles soluciones”, indicó Zurera, quien desveló que en la primera convocatoria de este marco, la Delegación de Agricultura apoyó con algo más de 160.000 euros un proyecto del Consejo Regulador y con cerca de 270.000 euros otro de la Fundación para el Control de la Calidad Agroalimentaria de Andalucía.
Según detalló el delegado de Agricultura, la Junta subvencionó entre 2007 y 2013 una decena de proyectos de modernización de la industria vitivinícola, con incentivos por valor de más de 810.000 euros, que permitieron acometer una inversión global de 3,2 millones de euros. “En la convocatoria de 2016, perteneciente al actual marco 2014-2020, hay dos nuevos proyectos del sector enológico que han sido subvencionados con casi 460.000 euros, lo que hará posible una inversión total superior a 915.000 euros”, añadió Zurera.
De igual modo, la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural mantiene, en palabras del delegado, una “medida de éxito”, como son los planes de reconversión y reestructuración del viñedo, que desde el año 2001 han permitido modernizar 3.224 hectáreas de viñedo, con ayudas por valor de 30,5 millones de euros que han beneficiado a 1.283 viticultores.
“Durante la primavera de este año se han tramitado 33 archivos de pago para nuevos planes colectivos de reconversión y reestructuración de este cultivo”, avanzó Zurera, quien resaltó que de estos últimos planes se han beneficiado 54,7 hectáreas de viñedo en la provincia, con una inversión de 379.457 euros, que han implantado el sistema de espaldera, que permite mecanizar la mayoría de las labores agrícolas y que, en opinión del delegado, “es más competitivo y, por tanto, cuenta con más posibilidades de futuro”.
El marco Montilla-Moriles cuenta en la actualidad con algo más de 2.000 viticultores inscritos y con una superficie de viñedo que alcanza las 4.890 hectáreas inscritas en la Denominación de Origen Protegida (DOP), un tercio de ellas ubicadas en la Zona de Calidad Superior. “A finales de la década de los setenta, Montilla-Moriles llegó a tener casi 20.000 hectáreas de viñedo y tras el importante arranque de cepas que tuvo lugar en los años ochenta y noventa, la superficie se ha estabilizado prácticamente en la última década”, ha reconocido Francisco Zurera.
En la actualidad, la DOP Montilla-Moriles engloba 18 municipios. De este modo, las localidades que conforman la Zona de Producción son Montilla, Moriles, Doña Mencía, Montalbán, Monturque, Nueva Carteya y Puente Genil, así como parte de los términos municipales de Aguilar de la Frontera, Baena, Cabra, Castro del Río, Espejo, Fernán-Núñez, La Rambla, Lucena, Montemayor y Santaella. La Zona de Crianza se completa, además, con el núcleo urbano de Córdoba capital.
“Se trata de uno de los vinos con Denominación de Origen más antiguos de España, pues su producción comenzó a estar protegida desde 1933, a partir del Estatuto de la Viña y el Vino de 1932”, explicó el delegado territorial de Agricultura, quien recordó que el primer reglamento del marco vitivinícola cordobés data del año 1945.