La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural ha publicado en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) la convocatoria para el ejercicio 2018 de dos líneas de ayudas dirigidas a la promoción en el mercado interior de productos agroalimentarios amparados por un régimen de calidad.La orden incluye las subvenciones que apoyan las actividades de promoción realizadas por grupos de productores en el mercado interior para todos los sectores excepto el olivar, y las ayudas específicas para actuaciones del mismo ámbito centradas en respaldar al sector oleícola y la aceituna de mesa.
Estas subvenciones, que se conceden en régimen de concurrencia competitiva, se enmarcan en el Programa de Desarrollo Rural (PDR) de Andalucía 2014-2020 y cuentan con una asignación presupuestaria global de 3,2 millones de euros, cofinanciados por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader).
De este montante total, 2,42 millones de euros corresponde a la primera línea y algo más de 800.000 euros para el sector del olivar. El plazo para solicitar estas ayudas, que se presentarán conforme al modelo previsto en la orden, está abierto hasta el día 18 de septiembre.
Entre los beneficiarios de estas ayudas se encuentran consejos reguladores y las asociaciones y federaciones de entidades agroalimentarias y asociativas agrarias, fundaciones y organizaciones empresariales de este mismo sector, y las agrupaciones de productores sin ánimo de lucro, que participen en un programa de calidad diferenciada de alimentos.
El importe máximo por persona beneficiaria y convocatoria será de 200.000 euros, excepto para los consejos reguladores que gestionen más de una Denominación de Origen incluidas en el Plan de Promoción presentado, en cuyo caso se incrementa la cuantía máxima a 300.000 euros, según recoge el BOJA.
El objetivo final de estas subvenciones es respaldar las actividades promocionales que ponen en valor las características de los alimentos y bebidas protegidos por menciones de calidad como, por ejemplo, las denominaciones de origen (DO) o las indicaciones geográficas protegidas (IGP).
Esta finalidad entronca directamente con la normativa europea actual entre cuyas prioridades se encuentra la búsqueda de una mayor competitividad de los productos primarios a través de la promoción e impulso de los regímenes de calidad como instrumentos de impulso para una mejor integración en la cadena agroalimentaria.