El juzgado de lo penal número 5 de Córdoba ha condenado a M. J. L., natural de Puente Genil, a una pena de dos años de cárcel por causar daños a más de una decena de vehículos de la Unión Pontanense de Caza y de la entidad Sociedad de Cazadores de Puente Genil. La sentencia, establece que M. J. L. tampoco podrá aproximarse a menos de 50 metros a ocho integrantes de ambas organizaciones y le prohibe comunicarse con ellos “por cualquier medio” durante seis años, además de a pagar las costas del proceso judicial y a más de 8.500 euros por los desperfectos ocasionados en los vehículos.
En su escrito de acusación, el Ministerio Fiscal calificó los hechos como constitutivos de un delito continuado de daños a más de una decena de vehículos estacionados en diferentes vías de Puente Genil. El primero de los actos tuvo lugar el 28 de febrero de 2015, cuando roció con un líquido inflamable y prendió fuego a un coche de la Unión Pontanense de Caza, que estaba aparcado en la calle Cerro de los Poetas. El segundo delito que cometió fue el 15 de marzo y repitió el mismo procedimiento; en este caso, el vehículo era propiedad del presidente de la citada organización. Cinco días más tarde, repitió los mismos actos contra otro coche, en este caso, del hijo del guarda de la Unión Pontanense de Caza; este suceso, además, provocó daños en una casa de la calle Maestro Calvo Flores. Junto a estos actos, M. J. L. llegó a verter azúcar en el depósito de la gasolina de otro vehículo, mientras que en otro coche realizó pintadas, rajó varias ruedas y forzó el tapón del depósito de otro. Todos los hechos, según la Fiscalía, “fueron realizados a causa de las divergentes existente entre M. J. L, con la junta directiva de la Unión Pontanense de Caza, de la que era socio”.
Desde marzo de 2015 tanto Policía Local como Guardia Civil intentaban averiguar la autoría de numerosos daños e incendios que habían venido sufriendo vehículos de la Unión Pontanense de Caza, de los cotos Patamulo y Anzur, así como de particulares, propiedad de directivos de la sociedad y de los guardas de los cotos. Los hechos se producían, principalmente, de madrugada.
La Policía Local fue alertada por varios vecinos de que una persona disfrazada estaba causando daños a vehículos. Los agentes lograron interceptar un vehículo cuyo conductor circulaba con un pasamontañas, procediendo a su cacheo y al registro del automóvil.
Presuntamente, acababa de pinchar varias ruedas de turismos, rociar con spray una furgoneta de un miembro de la directiva de la citada asociación de caza y forzar el depósito de combustible de otro con la intención, posiblemente, de echarle azúcar o incendiarlo.
Asímismo, se le encontró diversa documentación relacionada con los hechos como octavillas anónimas y un listado de matrículas de automóviles y nombres de personas que también han sido puestos a disposición de la Guardia Civil que investigaba los hechos.