Cada día, en torno a 10.000 niños utilizan el autobús escolar para ir al colegio y volver a casa. Un medio de transporte seguro, tal y como muestran las cifras de siniestralidad vial, pero que debido a la vulnerabilidad de sus pasajeros y a las vías por las que suele circular, en su mayoría carreteras convencionales, necesita de una especial vigilancia.
Por este motivo, desde hoy y hasta el viernes 2 de diciembre, los autocares dedicados al transporte de escolares serán objeto de vigilancia por parte de los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, dentro de las campañas de seguridad vial que anualmente realiza la Dirección General de Tráfico para prevenir la accidentalidad en este tipo de transporte.
Las inspecciones que realizarán los Agentes consisten en un primer control de carácter administrativo sobre las autorizaciones y documentos que deben tener dichos vehículos para la correcta prestación del servicio.
También verificarán que las condiciones técnicas y elementos de seguridad del vehículo son los que exige la normativa, debe cumplir el propio conductor, como son el permiso de conducción, los tiempos de conducción y descanso.
Además, controlarán que los conductores circulan a la velocidad permitida y que no hacen uso del teléfono móvil u otros aparatos que supongan distracción ya que ambos factores, velocidad y distracción, son las principales causas de los accidentes en los que están implicados este tipo de vehículos.
Entre 2011 y 2015, en la provincia de Córdoba, los autobuses escolares se vieron implicados en 6 accidentes, en los que no falleció ninguna persona aunque 6 ocupantes resultaron heridos.
Según diversos estudios el uso de un sistema de seguridad en autobuses reduciría las lesiones mortales en un 90% en caso de choque frontal o vuelco, ya que correctamente abrochado evita la proyección del pasajero (adulto o niño) y reduce los impactos en el pecho, abdomen y piernas.
Desde octubre de 2007 se deniega la matriculación a cualquier autobús que no lleve instalados estos sistemas de retención.
Los trayectos de casa al cole pueden ser buenos momentos para que el adulto que acompaña a los menores les recuerde algunos mensajes sobre seguridad vial, tales como:
- No pararse nunca detrás del autobús.
- Esperar la señal del conductor y cruzar siempre al menos tres metros por delante.
- Dentro del autobús, mantenerse sentado y con el cinturón puesto, si éste lo lleva instalado.
- No correr al llegar al autobús, ni al salir.
- Obedecer al conductor y al monitor.
Además los padres deben comprobar la seguridad de los autocares en los que se desplazan sus hijos, solicitar al centro la contratación de autocares con cinturones y comprobar que un monitor acompaña a los niños durante el trayecto.
En la última campaña se controlaron 59 autobuses y se formularon 93 denuncias. Este año se prevé controlar a más de 60 vehículos.