PALABRAS DE VIDA: Jesucristo; la puerta por donde se debe de entrar al aprisco humano

30/04/2023: IV Domingo de Pascua. JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES Y COLECTA DE LAS VOCACIONES NATIVAS

Jesucristo; la puerta por donde se debe de entrar al aprisco humano.

Citas:

1ª lectura: Hechos de los apóstoles 2,14a.36-41.

Salmo: 22 El Señor es mi pastor, nada me falta.

2ª lectura: 1ª San Pedro 2,20-25.

Evangelio: Juan 10,1-10.

Comentario: Ante un mundo inquietante de “cuidadores” de los demás bien asalariados; de poderosos señores que asaltan en su propio beneficio; tanto en el plano político como económico, social e incluso religioso; el redil de las “ovejas”, mediante engaños, sometiéndolas bajo su poder, sembrando entre ellas el miedo, la necesidad, las guerras, la muerte; está la historia y el proyecto del Buen Pastor que arriesga y da su vida por ellas.

Son los poderosos de este mundo los que condenan a muerte, y así lo hicieron con Jesucristo en la cruz. El Dios de la verdad, del amor y de la vida, que él nos reveló, nunca desprecia ni maldice a un crucificado y menos aún si lo ha sido por hacer lo que hizo Jesucristo: traer el bien, el perdón y la misericordia para todos.

La muerte de Jesús Nazareno la realizan los seres humanos que se sienten poderosos, y es su resurrección la que realiza Dios para provocar esos cambios necesarios en nuestra vida; de mentalidad y de actitud hacia los demás; la conversión de todo aquello que sentimos, pensamos y hacemos, no desde nuestra condición humana, sino desde el Espíritu del Dios del amor y de la vida, con el que, gracias a la redención y al bautismo hemos sido dotados.

La Pascua nos coloca entre la realidad humana y la necesidad que sentimos de escapar del mal y de la muerte, pero nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en el corazón de Dios, por eso la Iglesia declara: “Los gozos y las esperanzas. las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón” Y es que la comunidad cristiana debe estar integrada por esas personas que, reunidas con Jesucristo, reciben la buena nueva de la salvación y los dones del Espíritu Santo para comunicarlos a todos los demás, sintiéndose verdaderamente solidarios de todo el género humano para mejorar nuestra historia futura.

Es Jesucristo resucitado y glorioso quien sigue tomándose en serio su proyecto, por eso los creyentes debemos de mantener ese equilibrio entre nuestra temporalidad y nuestra trascendencia, gracias a los misterios de la Encarnación, de la Redención y de la Resurrección. Quien entra al aprisco por la puerta, que es Jesús, encuentra libertad de movimientos, se siente seguro y únicamente se deja guiar por la voz y el espíritu de Dios, sin vivir desde la anarquía, la opresión, el libertinaje… moviéndose por el camino de la vida siguiendo los pasos del Buen Pastor por los senderos que Él nos ha abierto.

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