Los beneficios del pimiento rojo son muchos y muy variados, pero, para conocer bien este producto tan popular, debemos conocer, primero, sus orígenes. El pimiento es una hortaliza originaria de Sudamérica, concretamente, de Bolivia y Perú, donde se cultivaban hasta cuatro especies diferentes. En 1493, Cristóbal Colón lo fue introduciendo en el Viejo Mundo, a su vuelta de América. Su llegada a Europa originó un auténtico avance culinario, ya que vino a complementar a otro condimento también muy empleado, como es la pimienta negra. El pimiento rojo se hizo tan popular que en el siglo XVI su cultivo ya se había extendido por toda España.
Para aprovechar la máximo los beneficios del pimiento rojo, os aconsejamos incluirlo en vuestra dieta de manera regular. Veréis que no os resultará difícil, ya que el pimiento es muy versátil. Se puede añadir a una gran variedad de recetas, como ensaladas, rellenos al horno, escalivada, tumbet, etc. También podemos hacer sofritos o se puede consumir como guarnición.
1. Son ricos en licopeno, un pigmento vegetal natural del grupo de los carotenoides, con propiedades antioxidantes, que según demuestran varios estudios científicos recientes protege a las células del estrés oxidativo y previene el cáncer de próstata.
2. Las personas con anemia pueden beneficiarse considerablemente del consumo de pimientos rojos. Gracias a su alto contenido en vitamina C, esta verdura favorece la absorción del hierro de los alimentos en el tubo digestivo.
3. Los pimientos rojos contienen vitamina B 6 y magnesio. Y esta combinación reduce la ansiedad y el insomnio. Además, la vitamina B6 es un diurético natural, por lo que incluir este alimento en la dieta contribuye a evitar la hipertensión.
4. Por su contenido en betacarotenos, capsantina, quercitina y luteolina, los pimientos rojos previenen el colesterol “malo”
5. A esto se suma que una dieta rica en luteolina reduce la inflamación relacionada con la edad en el cerebro y los déficits de memoria vinculados al envejecimiento