PALABRAS DE VIDA: No es posible servir a Dios y al dinero

0
45
18/09/2022: XXV Domingo del Tiempo Ordinario.
No es posible servir a Dios y al dinero.
Citas:
1ª lectura: Amós 8,4-7.
Salmo: 112 Alabad al Señor, que alza al pobre.
2ª lectura: 1ª Timoteo 2,1-8.
Evangelio: Lucas 16,1-13.
Comentario: La Religión y la Fe deben de estar inmersas en nuestra vida cotidiana y nos han de servir como planteamiento ético de actuación. La prosperidad económica de los pueblos o las naciones, no implica necesariamente un progreso ético y moral ni una vida justa e igualitaria para todos. El lujo y la riqueza de algunos siempre se consigue a costa de la explotación y la pobreza de los demás. Es importante para los creyentes descubrir el valor que tiene para Dios la justicia y la ética que hemos de mantener en todas nuestras relaciones humanas: familiares, sociales, laborales, comerciales…
En el decálogo de la ley de Dios hay un mandamiento expreso: “no robarás” por eso no agrada a Dios la explotación ni la extorsión de los más débiles en provecho de los más fuertes y poderosos.
En estos momentos que vivimos; con un mundo lleno de intereses, confrontaciones, guerras con poderosas armas amenazantes que se venden, se compran y donde se especula además con beneficios económicos a nivel internacional, haciendo promesas falsas de treguas y acuerdos sin que por ello cesen los conflictos; ya no es sólo responsabilidad política de nuestros mandatarios lo que ocurre, sino ética, de todos.
Todo eso atenta contra la vida y la dignidad de muchos pobres inocentes. Es por ello necesario pedir, no sólo al cielo, sino elevando nuestras voces aquí en la Tierra para que nos escuchen todos: la paz, la justicia y la concordia: sin odios, sin cólera, sin rencores; sin perder nunca de vista que el proyecto de Dios es de vida, de solidaridad, de felicidad humana que Dios quiere para toda la humanidad. Como cristianos debemos aceptar a nuestros dirigentes elegidos democráticamente pero no tenemos por qué callar ante sus injusticias y sus estrategias de poder y de enriquecimiento ilícito.
Hemos de aprender a vivir esa libertad que nos da el sentirnos, por Jesucristo, hijos de Dios y hermanos de los más necesitados y desamparados. Hay que denunciar que el amor al poder y a las riquezas conduce a cometer graves injusticias contra los más pobres e inocentes y que el dinero nunca va a ser por sí mismo el principal valor ni el bien más absoluto, pues todo se queda aquí después de nuestra muerte. No podemos colocar en el mismo nivel a Dios y al dinero.
El dinero es injusto no sólo por mal adquirido, sino en sí mismo, ya que por su propia naturaleza arrastra al egoísmo, al odio, a la injusticia… y reclama confiar en él y entregarle el corazón, apropiándose así de lo que únicamente corresponde a Dios, por eso no se puede servir a Dios y al dinero, quien sirve al dinero se rinde ante la explotación, la injusticia, la marginación.
ABÓNATE A GRUPO COMUNICA (TV + INTERNET + TELEFONÍA + MÓVIL) – LLÁMANOS AL 957 787 000 – 957 60 10 02

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.