Tras detectarse el jueves una empleada de la residencia Santa Susana, el viernes se realizaron test a toda la comunidad. Entre residentes, religiosas y empleadas, más de 60 personas cuyos PCR han dado negativo.
La trabajadora afortunadamente se da la circunstancia de que esta empleada finalizó su jornada el martes, 5 de enero y no había vuelto al centro.
La noticia fue un jarro de agua fría para una residencia en la que el virus no había entrado y que recibió el reconocimiento de las autoridades sanitarias por la pulcritud con la que han estado aplicando los protocolos, la planificación y desinfección para evitar lo que ayer no se pudo, un contagio en el centro. De hecho, el positivo es el único registrado en el centro, desde el principio de la pandemia.