Mucho cante en la 52 edición del Festival “Fosforito” que reunió a más de 1.300 aficionados sobre las tablas del Agustín Rodríguez, en una noche que gozó de la presencia del Maestro, Fosforito que a sus 86 años permaneció atento al cante, toque y cante de una noche dedicada al potanés Manuel Jiménez Rejano, desde Cataluña, se le dedicó a título póstumo unas palabras, nada más y menos que de Miguel Poveda.
Ya sobre el escenario su viuda, Pepita Alfaro y uno de sus tres hijos recibieron una distinción por parte del alcalde, Esteban Morales, la concejala de Promoción del Flamenco, Lola Gálvez, Antonio Fernández Díaz y algunos de los cantaores.
El flamencólogo, Juan Ortega Chacón puso timbre y sabiduría en la presentación, una nueva edición dedicándole unos versos a Jiménez Rejano e ilustrando con maestría sobre el elenco de artistas. El cartel y el escenario, protagonizado por una imagen del homenajeado, y unos versos de Pablo García Baena, fueron una obra del artista pontanés, Mario Quero.
El presentador dijo de Jiménez Rejano que “por las cotas y fama alcanzadas pese a lo efímera de su vida; por sus éxitos generalizados; por su propio testimonio y compromiso en tiempos indecisos, había pasado a la historia del flamenco, metiéndose en el corazón de muchos aficionados que siguen recordándole con cariño y escuchando con emoción sus numerosas grabaciones. Por todo ello, Manuel, debe ser considerado como uno de los grandes que ha dado Puente Genil y Andalucía a este arte”.
Rocío Luna, ganadora del concurso de cante flamenco Membrillo de Oro 2018, junto a Ángel Mata, al toque no sólo rompió el hielo sino que con talento y maestría a pesar de contar con tan sólo 19 años, se hizo con buenas críticas. En sus cantes, tientos, tangos, bulerías y fandangos y no le faltó la soleá polá.
Tras ella, el poderío de un Julián Estrada, en su línea interpretativa, hizo varios guiñes durante su actuación a Jiménez Rejano y cantó coplas nuevas, del gusto de los aficionados. Estrada bordó algunos de los palos que interpretó como la farruca, soleá, cantiñas, bulerías, tangos y fandangos de Huelva, terminó sin megafonía, acercándose aún más a un público que le despidió en pie. Increíble estuvo Manuel Silveria a la guitarra y Jesús Zarrías, quienes le acompañaron en una magnífica actuación.
La Macanita, aportó el cante gitano de Jerez “no el flamenco, eso es un animal que está en Doñana”, así lo declaró a Comunica, distinguiendo dos maneras, a su entender, muy distintas de este arte. Acompañada de Antonio Higuero cantó por alegrías, soleares, fandangos y tangos, entre otros.
Hace dieciocho años estuvo en este mismo Festival, pero lo de anoche de Rafael del Pino Keko fue muy bueno, acompañado por un cuadro integrado por Alejandro Hurtado y Manuel Martínez a la guitarra, Miguel del Pino y Carmen García al cante, Carlos Jurado en la percusión, y Richard Gutiérrez y Cristina Tapia interpretaron tarantos, alegrías y tangos ofreciendo un espectáculo distinto con fuerza y conjunción.
El Festival tuvo un potente acento cordobés y muestra clara de ello la puso, Manuel Moreno “EL Pele”, torrente de arte y originalidad , en una noche que estuvo muy entregado junto a su grupo con violín, junto al guitarrista , el niño Seve. Muchos entendidos convinieron en decir que tuvo una noche “sublime”, de hecho ante COMUNICA declaró que lo que quería es “hacer feliz a la gente” .
Y cerró Pedro “EL Granaíno” que dio la talla, en su línea, poniendo el broche a una nueva edición. El cantaor está siendo uno de los más reclamados en todos los festivales, por lo que está en el mejor momento de su trayectoria, junto a la guitarra de Patrocinio Hijo, interpretó tientos de leyenda soleá y fandangos , entre otros.
En la primera parte, los artistas estuvieron acompañados a las palmas por Isabel León, Isabel Peláez, Fernando y Álvaro Gamero, y José Moreno en la percusión. En la segunda, por Manuel Pantoja Chícharo, Macano, Richard Gutiérrez, y Alberto Moreno.