Hoy se cumplen 20 años del cruel asesinato del concejal del PP de Ermua Miguel Ángel Blanco, dos días antes había sido secuestrado por la banda terrorista de ETA.
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Este hecho marcó un antes y un después, hoy ante las puertas del ayuntamiento, el alcalde, Esteban Morales y representantes de los tres grupos con representación municipal, José A. Gómez (portavoz PSOE), Sergio Velasco (concejal PP), Jesús David Sánchez (portavoz IU), ediles, trabajadores municipales y ciudadanos han guardado cinco minutos de silencio en memoria de Blanco.
Las 48 horas que estuvo retenido cayeron hora tras hora, pesadas, sobre un país en tensión que clamaba por un final pacífico que ETA no permitió.
La organización exigía el acercamiento de presos vascos a Euskadi a cambio de la liberación del edil, quien apareció tiroteado el 12 de julio tras cumplirse el ultimátum de ETA –falleció en la madrugada del 13–.
Aquel secuestro y las agónicas 48 horas que lo siguieron hasta el asesinato de Miguel Ángel Blanco llevaron a la sociedad española a salir a la calle a exigir la liberación del edil como nunca antes había ocurrido: de forma masiva, transversal y con manos blancas. El desborde ciudadano fue total, como no había ocurrido desde la Transición o el 23F, y que no ocurriría después hasta el Nunca Máis, el No a la Guerra o el 15M. Fue lo que se bautizó como Espíritu de Ermua, aquel que aunaba como nunca antes a sectores políticos, ciudadanos y sociales de Euskadi.