La Sección Tercera de la Audiencia Provincial ha condenado a siete miembros de una banda de ciudadanos georgianos que cometieron robos en 24 domicilios de Córdoba mediante la técnica del bumping y lograron un botín de 172.194 euros. Las penas individuales, por el delito continuado de robo con fuerza en las cosas en casa habitada, otro de blanqueo de capitales y cuatro de uso de documento de identidad falso, van de uno a cinco años, aunque a cuatro de los condenados a los que se les imponen penas superiores a los doce meses-se les han sustituido por la expulsión del territorio español a su país de origen, sin que puedan volver a España en un plazo de diez años.
Según se considera probado en la sentencia, desde primeros de junio del 2013, “como consecuencia del aumento significativo” de robos en viviendas en Córdoba con el mismo modus operandi , la Policía montó un dispositivo de vigilancia para detener a los autores, haciendo seguimiento a un grupo de ciudadanos georgianos. La técnica que empleaban los ladrones era la conocida como bumping, que según señala la sentencia consiste en la utilización de una llave maestra plana a la que se aplica un golpe que permite que los muelles de la cerradura salten, eso sin dejar huella alguna en la cerradura.
Así, tras un robo ocurrido el 17 de mayo del 2014, la Policía supo a través de varios testigos que aquel día fueron vistas tres personas bajando por las escaleras desde la planta de la vivienda asaltada y que estas se habían montado en un vehículo de una determinada marca que les esperaba en la calle. A partir de estos datos, se identificó a la propietaria del turismo, que residía en Puente Genil, y en la misma localidad, al resto de los imputados. Tras varios registros practicados el 31 de agosto del 2014, se encontraron “multitud de joyas, así como herramientas para robar y documentación falsa a nombre de alguno de los encausados”, esclareciéndose 24 robos en domicilios en los que se hicieron con dinero y efectos por valor de 172.194 euros. (Según Diario Córdoba)
La sentencia, conocida ahora después de que en diciembre los acusados reconocieran los hechos tras un acuerdo entre las partes, señala que cada uno de los procesados cumplía un papel.